Fundacion Tatiana Catedra etica ambiental UAH Universidad de Alcala
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EL OBSERVATORIO DE LA
HUELLA DE CARBONO

OBJETIVOS: ¿POR QUÉ UN OBSERVATORIO SOBRE LA HUELLA DE CARBONO?

Las evidencias científicas sobre la influencia de las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en el aumento global de las temperaturas explican la importancia de mejorar la información que tenemos disponible sobre las principales fuentes de estas emisiones, de cara a reducirlas y, en última instancia, a mitigar este grave problema. Los compromisos de la Unión Europea con la firma del acuerdo de París (2015) deberían concretarse en muy diversos ámbitos, que no sólo afectan a las directrices políticas o macro-económicas, sino también a nuestros patrones de conducta. Algunos estudios han calculado que más del 60% de las emisiones están ligadas a nuestros hábitos de vida, sobre todo en lo que se refiere a la vivienda, la comida, el consumo y el transporte.

En este contexto, la reducción de emisiones de GEI forma parte de un concepto de desarrollo que tiene en cuenta el bien integral de la persona y del conjunto de las distintas formas de vida que conviven con nosotros en el planeta. Ese desarrollo “sostenible” tiene múltiples facetas que la ONU ha condensado en los denominados Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Entre ellos, el denominado Acción por el Clima se relaciona directamente con la reducción de GEI, pero hay otros que están en estrecha relación con este objetivo, como sería el caso de la Energía Asequible y no Contaminante, las Ciudades y Comunidades Sostenibles y la Producción y consumo Responsables.

En el marco de la Cátedra de Ética Ambiental nos hemos propuesto impulsar especialmente la conexión entre este último ODS y la reducción de GEI. Pretendemos ligar la Acción por el clima y el Consumo Responsable promoviendo la información necesaria para que el consumidor sea más consciente del impacto climático de sus hábitos cotidianos y, en consecuencia, pueda tomar decisiones que ayuden a reducir ese impacto. El objetivo principal de este observatorio es facilitar esa información en sectores de actividad y consumo cotidiano. Todo lo que hacemos, compramos o comemos lleva consigo una cierta emisión de GEI. Es lo que se llama la huella de carbono (HC). Conocer el valor de esa huella y las alternativas disponibles a nuestro consumo actual nos parece un medio necesario para que los ciudadanos puedan tomar decisiones mejor fundamentadas. La transición hacia una sociedad descarbonizada es tarea de todos. Se necesita mayor motivación ambiental, ciertamente, pero también mejor información para que los ciudadanos ya convencidos puedan tomar decisiones que estén fundamentadas en la mejor ciencia disponible en cada momento.

¿CÓMO USAR EL OBSERVATORIO DE LA HC?

La información que facilita este observatorio sobre emisiones de GEI ligadas a distintas actividades está basada en una amplia revisión de estudios publicados en revistas científicas e instituciones prestigiosas. Hemos dividido la información que facilitamos al consumidor en dos grandes secciones.

  • Explora Alternativas. Se informa sobre la HC de actividades ligadas con hábitos cotidianos de los ciudadanos: Comida, Transporte, Ropa, Higiene, Tecnología, y Mascotas. Pretendemos en esta sección dar datos que ayuden a cambiar alguno de esos hábitos, siendo conscientes de lo que implican las distintas alternativas. Puede utilizarse para valorar qué supondría tomar una u otra decisión sobre comidas (uno u otro tipo de menú), compras (distintos tipos de ropa) o transporte (distintas modalidades)
  • Tu huella de Carbono. A partir de los datos de tus actividades y consumo ordinarios, te ofrecemos el valor anual de tu HC. Pretendemos que cada persona sea consciente de las emisiones de GEI que generan esas actividades. Facilitamos, a modo de comparación, los valores de HC para personas con similares circunstancias.

Además de esas dos opciones, hemos incluido también una sección introductoria donde se explica la base científica del cambio climático y del cálculo de la HC, para que los usuarios de este sitio puedan, respectivamente, tener información fidedigna sobre el problema al que nos enfrentamos y entiendan el sentido de la información a la que están accediendo. Finalmente, hemos incluido una sección, Para saber más, con las referencias bibliográficas de los estudios consultados.

HUELLA DE CARBONO E IMPACTO AMBIENTAL

Es importante aclarar a todo usuario de este observatorio que la HC no es equivalente a la huella ambiental. Lo que estamos midiendo aquí es el impacto de las distintas actividades que realizamos sobre las emisiones de GEI, no sobre otros aspectos ambientales, como podría ser el consumo o la contaminación del agua, del aire o del suelo. Esto no quiere decir que consideremos esos aspectos como poco relevantes. Simplemente, queremos centrarnos en medir uno de esos impactos ambientales, que a nosotros nos parece el más importante por la relevancia global del cambio climático, pero que a escala local puede ser mucho menos acuciante que otros.

Por ejemplo, cuando consideramos las emisiones producidas por el transporte, nos centramos en las de CO2 o de otros GEI (metano, óxidos de nitrógeno, etc.), no las debidas a otros elementos también relacionados con la quema de combustibles fósiles, como serían las micro-partículas (PM) o el monóxido de carbono (CO), que no producen directamente efecto invernadero, pero que sí tienen impactos muy negativos en la salud humana y son causa principal de la contaminación local del aire.

En esta misma línea, puede ocurrir que la HC tenga un recorrido contradictorio con otras huellas ambientales o, dicho de otro modo, que minimizar las emisiones pueda suponer aumentar otro tipo de impactos ambientales. Este podría ser el caso de los coches eléctricos, que tienen una menor emisión de GEI, pero que suponen mayor contaminación que los coches de combustión con los métodos actuales de producción de las baterías. Otro ejemplo serían algunas variantes de agricultura ecológica, que pueden implicar mayor emisión por kg de alimento producido (en caso de que obtenga menos rendimientos que la agricultura intensiva). En estos casos, la mejor decisión será la que optimice la dimensión ambiental que se considere prioritaria, en función de cuáles sean los objetivos establecidos, minimizando en lo que se pueda los aspectos negativos colaterales. En nuestro caso, mitigar el cambio climático es el objetivo prioritario; por tanto, reducir emisiones de GEI está por delante de otras dimensiones ambientales, obviamente sin que eso implique impactos locales que no puedan repararse.

En resumen, la huella ambiental de un producto o actividad debería considerar, además de las emisiones de GEI que genera, otro tipo de impactos, como el agua que consume, los contaminantes que libera al aire, al agua o al suelo, el terreno que precisa o las especies biológicas que amenaza. Realizar una evaluación integrada de todos esos impactos es una tarea ingente, que excede el objetivo de este observatorio. No obstante, entendemos que nuestro trabajo podría fácilmente integrarse con el que realizan otros equipos evaluando otras dimensiones ambientales, de cara a un inventario más completo del impacto ambiental de nuestras actividades.